
¿Quieres toda la información sobre el entrenamiento invisible? En esta guía te damos la definición de entrenamiento invisible, te contamos qué beneficios tiene para el deportista y los factores a tener en cuenta para llevarlo a cabo.
La totalidad de los cuidados que un deportista lleva a cabo después de cada sesión contribuye también a mejorar su rendimiento. El ejercicio físico es uno de los pilares sobre los que se sustenta un estilo de vida saludable.
A día de hoy son muchas las disciplinas que tienes a tu disposición para hacer del deporte un hábito que está constituido, entre otros muchos, por un tipo de entrenamiento que no se ve pero que resulta fundamental para progresar adecuadamente y alcanzar tus metas. Estamos hablando del entrenamiento invisible.
Qué es el entrenamiento invisible: definición
Llamamos entrenamiento invisible a aquel que empieza cuando terminas tu rutina diaria y que está compuesto por todas aquellas actividades complementarias que como deportista llevas a cabo, influyendo en tu rendimiento.
Después de cada entrenamiento tu organismo necesita recuperarse como es debido. Esto es esencial e incluye tareas tan básicas y cotidianas como la alimentación o el descanso, con un peso determinante para la valoración de los resultados.
Por ponerte un ejemplo, de nada va a servirte trabajar a full todos los días si después no llevas una dieta sana y equilibrada o te saltas a la torera las horas de sueño.
Y es que, no cabe ninguna de duda de que el tipo de entrenamiento al que nos estamos refiriendo es muy importante a nivel de rendimiento deportivo.
Es posible que te estés preguntando que, si no eres un deportista de élite y por tanto no se espera de ti que ganes el primer puesto en una competición o hagas mejores marcas que tus rivales, cómo puede afectarte el entrenamiento invisible. Lo normal es que en una vida no consagrada al deporte existan compromisos que te obliguen a descansar menos horas de las debidas o a llevar una alimentación no del todo acorde con las necesidades de tu organismo.
En cualquier caso, aunque no seas un deportista profesional, te interesa y mucho llevar a cabo un entrenamiento invisible tan bueno como puedas pues, en palabras de José Antonio Corbalán, médico y leyenda del baloncesto español: «Este entrenamiento es tan importante como el que realizamos en la pista, en el parque o en el gimnasio».
Beneficios del entrenamiento invisible
Como deportista debes ser consciente de que el cuerpo es tu motor y de que has de cuidarlo. Destaca Corbalán que este tipo de entrenamiento es el que hace que existan deportistas como Cristiano Ronaldo o LeBron James que siguen dominando en sus respectivos deportes a los 34 años. Claro está que ambos se procuran cuidados que van mucho más allá del tiempo en el que se ejerce el deporte.
Los múltiples beneficios del entrenamiento invisible de un deportista están en boca de todos.
En el mundo del entrenamiento running, por citar un ámbito deportivo, es un concepto que alcanza igual a un corredor pro que a uno aficionado. Y volviendo nuevamente al tema de hasta qué punto afecta a los corredores, diremos que es la diferencia, llegado el caso, entre ser un buen corredor o el mejor.
Principio de supercompensación
Resulta evidente que tu cuerpo necesita recuperarse después de practicar ejercicio. En ese justo momento es cuando surge el principio de supecompensación que no es otra cosa que el equilibrio entre el entrenamiento realizado y la posterior recuperación, que suele durar en torno a dos o tres días.
Durante tu entrenamiento, el cuerpo recibe un estímulo y se somete a un estado de estrés. Tras la actividad, comienza el período de supercompensación en el que busca ser eficiente produciendo los cambios en pos de mejorar el rendimiento con vistas a las siguientes sesiones.
En un entrenamiento planificado, la supercompensación es crucial para que comiences a ver resultados.
Ello ocurre porque existen períodos en los que el cuerpo se somete a niveles de estrés muy elevados para producir las adaptaciones precisas y progresar.
Tales niveles se equilibran mediante las fases de descarga (demanda en el organismo de menos estrés) en los que la actividad continúa, pero el nivel de volumen o intensidad se reduce.
Factores del entrenamiento invisible
El entrenamiento invisible engloba diversos factores, pero unos cuentan con un mayor peso específico que otros a la hora de mejorar el rendimiento deportivo. Veamos los principales:
Nutrición
Los alimentos que ingieres como deportista van a incidir directamente en tu capacidad de recuperación después del entrenamiento, en tu sensación de fatiga muscular y hasta en la aparición de lesiones. Evita cualquier alimento que no te aporte demasiados nutrientes pero sí un número alto de calorías como la bollería, los refrescos y las frutas. En su lugar incluye verduras y frutas.
Descanso
El sueño más que beneficioso, es absolutamente imprescindible. Si deseas progresar en el entrenamiento, no puedes deberle horas a la cama. Durante el descanso se segregan hormonas como la del crecimiento que favorecen la regeneración muscular tras las sesiones de entrenamiento.
También sirve de refuerzo al sistema inmunológico por lo que evitará que una enfermedad te pare. Y no te quedes solo en la cantidad de horas de sueño sino en su calidad.
Para saber si tu sueño es reparador basta con responder a la pregunta de: ¿te despiertas con la sensación de haber descansado?
Masaje deportivo
Acudir al masajista deportivo como método de prevención es clave dentro del entrenamiento invisible pues servirá para reducir la tensión muscular, principalmente en las zonas más proclives a causar problemas.
Prepara tus músculos para la competición o ayuda a tu recuperación tras el evento deportivo con estos beneficiosos cuidados.
Crioterapia
Convierte al frío en tu gran aliado aplicándolo en determinadas zonas del cuerpo, como se hace desde muy antiguo. No en vano, el frío es un vasoconstrictor por lo que mitiga los dolores musculares y acelera su recuperación.
Igualmente es un potente analgésico y un antiinflamatorio muy económico pues no necesitas acudir a ningún lugar para hacer crioterapia.
Motivación
No subestimes el poder de la parte psicológica a la hora de seguir un programa de entrenamiento sostenido en el tiempo. De hecho, tu rendimiento será distinto dependiendo de cómo afrontes tu entrenamiento e incluso de cómo soportes el nivel de estrés en fases de mayor exigencia.
Para gestionar bien este factor deberás conocerte bien a ti mismo y saber cuándo disfrutas del deporte y cuándo dejas de hacerlo.
Si lo necesitas, echa mano de un profesional que puede ser el mismo entrenador y que contará con la preparación suficiente para proporcionarte las claves con las que tu motivación no bajará en ningún momento.
Cuidado con el sobreentrenamiento
¿Te has pasado entrenando?
Pues entonces puede que ya estés sobreeentrenado o que incluso hayas sufrido una sobrecarga muscular.
Llegado a ese punto quizás padezcas algún que otro dolor muscular, rigidez, tensión y que hasta te cueste conciliar el suyo. Además, te advertimos que tu rendimiento no va a mejorar en proporción a tus horas de entrenamiento sino todo lo contrario.
No te preocupes porque esta situación revertirá tan pronto bajes el ritmo, disminuyas el número de horas de entreno, acudas al fisio y te relajes. Si te cuesta levantar el pie del acelerador, la electroestimulación puede ser tu solución.
Quédate con la idea de que para conseguir mejoras no precisas entrenar más y más, sino cambiar el tipo de estímulos durante el entrenamiento, generando adaptaciones positivas al ejercicio.
Prueba a variar el tiempo de descanso, el ritmo y la carga de trabajo, lo cual no significa un incremento en el número de días de entrenamiento, siendo suficiente con tres a la semana en el caso de los principiantes y con un máximo de seis en el de los avanzados.
En definitiva, de lo que se trata es de dosificar el entrenamiento deportivo.
No subestimes la importancia de prestar atención al sobreentrenamiento, pues destaca Corbalán que los músculos son los primeros que sufren la falta de entrenamiento invisible. Así afirma que:
Cuando hacemos deporte, los tejidos de nuestros músculos se desgastan con la finalidad de construir tejidos nuevos que nos aporten más volumen. Pero cuando sobreentrenamos, se produce un desgaste excesivo.
Es más, dicho trastorno es susceptible de agravarse y, aparte de los síntomas que hemos mencionado, llegar a causar enfermedades tan graves como la enfermedad renal aguda, una patología consistente en un deficiente funcionamiento renal que desemboca en que el riñón deja de funcionar, por lo que el cuidado ha de ser trascender con mucho el tiempo en el que se ejerce el deporte, como ya hemos apuntado.
Consejos finales
Para finalizar este post queremos hacer hincapié en que el deportista es un PROFESIONAL y que, dada esta condición su vida se ajusta a unas necesidades demandadas por su competición. O sea, ha de ser responsable y disciplinado para garantizar el rendimiento deportivo que se lo exige por lo que su principal baza es la de vivir como un deportista las 24 horas del día.
No obstante, como la lista de deportistas de élite no es muy extensa, es lógico que si eres deportista pero a la vez cumples con tus obligaciones diarias (trabajo, estudios, familia, amistades) y, pese a eso cuentas con la fuerza de voluntad de querer actuar como un deportista de élite, te consideres un PROFESIONAL y automatices hábitos y rutinas esenciales para el entrenamiento.
Nadie dice que tales rutinas vayan a servir para que ganes una medalla, ni falta que hace, pero sí para que alcances el objetivo para el que has invertido tanto tiempo y esfuerzo en tu vida. Y el entrenamiento invisible puede ayudarte en esta tarea. Are you ready?